sábado



(el asunto va más allá del hecho de que considero tu fisonomía agradable, o de que mis nervios colapsan al hablarte, o de que necesito disponer de una buena carga horaria para tener una óptima conversación con vos, porque ese modo tan reservado y esa aparente indiferencia juegan otro color.
mi negativismo me hizo una mala pasada pero concluí de que si de tu humanidad recibi tres oportunidades para coincidirnos, es porque algo tenía que haber.
y frente a tu indiferencia inventada, prefiero traducirla en ¿una? falta mía hacía vos; con previa humillación posterior.)