jueves

me miras, me tratas de dar un beso. puedo sentir tu respiración sobre mi...me sonrío, avergonzada, y dirijo mi mirada al otro lado de la sala. tu brazo rodea mis hombros de forma inusualmente tímida y se relaja sobre mi cuello. ya te conosco, se como sigue ese gesto pero, sin embargo, actúo con la inocencia de siempre...me decía palabras dulces al oído y lentamente, tus labios descienden hacía mi cuello depositando suaves besos en su recorrido, interminable, hacía mi vientre. me mirás, preguntando, mis ojos no responden, están vacios. lo percibís, de alguna manera lo sabes,  pero no te importa.
(debo admitir que la sensación de tus labios sobre mi cuerpo es maravillosa)
nos dirigimos a la habitación.me recuesto sobre tu cama, no sin antes chocarme contra la misma ventana semiabierta de siempre, esa que nunca recuerdo...
me lamento por el moretón de mi frente y vos te reís,con esa sonrisa tan particularmente tuya, mientras apagas el cigarrillo junto a la puerta.
te acercas, me quitas la ropa, sin decir nada, en tu silencio habitual, poniendo toda tu atención en la labor...ya sobre mi tus ojos no reflejan nada, tan impenetrables como siempre. el silencio se ve constantemente interrumpido por el choque de nuestros cuerpos y la energía que los mismos irradian.
afuera el día permanece nublado, con la brisa sacudiendo violentamente las copas de los árboles(...)
nos vestimos lentamente. te dirigis al baño y yo me quedo ahí, impasible, observando el cielo razzo, esperando.
vas a la cocina  y preparás la merienda. me encierro en el baño y me siento en el piso. no quiero salir, no quiero verte, no quiero nada. pero, sin embargo, salgo y hablamos.temas banales ¡por supuesto!me tengo que ir. me afecta respirar tu mismo aire mucho tiempo. insistís en llamarme y yo te lo prohíbo. bajamos en el ascensor y me convidas Beldent frutas verdes (tu marca registrada; los aborresco pero de todas formas siempre los acepto). rutina. te abrazo y me despido. camino hacía la parada y sigo esperando. mi mente está en blanco. no quiere pensar por qué la realidad es diferente:
el sexo no es igual si no lo siento.